El liguero, una prenda íntima femenina diseñada para sujetar las medias, tiene fama de ser atrevido, pero es esencial para quien lleva medias con liga auténticas.
No hablaremos aquí de lencería retro como corsés o fajas, sino de un accesorio moderno, cómodo y pensado para el día a día. Es importante diferenciar entre un liguero y una cinturilla: el primero se coloca en la cadera, mientras que la segunda es más alta, rodea el abdomen y lleva varillas flexibles, como una guepiere, para mayor comodidad.
En los últimos años, el liguero ha vuelto a ponerse de moda, como lo demuestra su presencia creciente en grandes superficies. Aun así, muchas mujeres le tienen cierto “miedo”, cuando en realidad es fácil de llevar.
La clave es sentirse a gusto. Debes elegir un modelo que se adapte bien a tu cuerpo. Al dejarlo sobre una mesa, su forma debe tener una ligera curva semicircular. Evita aquellos que no cumplen con este detalle.
Debe ajustarse bien a la cintura sin apretar demasiado, para evitar que se deslice o deje marcas. Una vez colocado, solo queda enganchar las medias.
Pueden tener entre 4 y 12 ligas, según el diseño. El ideal es el de 6 ligas, especialmente si usas medias 100% nailon, como las que llevan costura, que requieren una buena sujeción.